martes, 13 de marzo de 2012

Viaje verano V: Orpierre

Después de recorrer una pequeña parte del Ardeche seguimos el viaje hacia Orpierre, una escuela que era bastante famosa por lo visto. De camino paramos a comprar y al volver a la furgo nos encontramos un enorme charco desconcertante.

Nada más verlo nos pusimos en lo peor pensando que era gasolina o aceite...
Sacamos el agua como pudimos, pero los destrozos fueron incontables: ropa desteñida, humedad durante más de una semana, olor a oveja (sigo pensando que aquí llevaron ovejas, o alpacas de paja por lo menos), y bueno, pues se fue secando hasta que pasada la semanilla o así ya pudimos ir poniendo cosas en el lado del copiloto.

Paramos a comer en un área de descanso que estaba al lado de una vinícola, se estaba muy bien, con mesas y bastante sombra. 


Al llegar a Orpierre, aparcamos al lado del cementerio, justo al lado de la escuela, para no volver a movernos el resto de días que allí estuvimos. Estaba muy bien porque había un par de baños y un grifo para coger agua justo en la entrada del parking.

El día de llegada fuimos a una tienda de escalada que hay en el pueblo a ver si tenían croquis y a echar un ojo al material y la ropa. Al final resulta que los vendían en la oficina de turismo del pueblo, la cual ya estaba cerrada. Ya no escalamos esa tarde, dimos una vuelta por el pueblo, y resulta de que había una pequeña tienda donde comprar comida y cosas básicas.

Rincones escondidos del pueblo
 La primera mañana, horror! Se nos quedan las llaves dentro de la furgo!! Por suerte teníamos las ventanas de atrás abiertas y con un palo conseguimos cogerlas... momentos de mucha tensión... y encima Alber se quedó fuera descalzo, jejej la foto es una reconstrucción de los hechos después de que las conseguimos :D


Como los croquis eran caros, fuimos directamente a la escuela y algun majete nos dejó ver los suyos. Les preguntamos si les importaba que le sacáramos una foto, y les pareció bien... así que a Alber se le fue la mano (y las páginas) y con esas fotos ya tuvimos croquis de sobra para el resto de días. Lo correcto hubiese sido comprarlos, pero para tres días, creo que costaba 25 o 30 euros, nos pareció demasiado caro (por que no vamos a volver a corto plazo, claro). Siempre está bien comprarlas porque todos disfrutamos de ello, que menos que colaborar en la equipación, no?

Mi vía, se escapó al final, creo que era 6a+ o 6b 
La escuela era familiar a lo bestia. Pasaban los padres con mochilas con todo el material, y las madres con los niños de la mano, como cuando vas a patinar en hielo que no hay manera de adelantarles. Antes de que nos levantáramos ya habían subido casi todos, y se volvían al pueblo a la hora de comer. 


El bar del pueblo estaba genial, muy majas las camareras, ambiente escalador a tope, y pedazo de pizzas que hacían. Creo que reservamos la tarde anterior, porque coincidía con fin de semana y se llenaba.

Riquísimas
Había que tener cuidado al ir al baño por la noche, te podías encontrar con 2 o 3 de estos hasta por el techo. Y mucha precaución con dejar las zapatillas debajo de la furgo aireando.


Uno de los días hicimos una vía de largos, entera equipada (creo recordar), Voyage 6a,  en el sector que se ve en la siguiente foto (enfrente de los de deportiva más o menos).


Comenzando el primer largo
La vía era dura de narices, tanto que hubo algún paso que ni acerando era capaz de superarlo... El viento encima no ayudaba nada. El último largo fue algo más agradable porque ya salíamos de la sombra. 

Placa, placa...
Vistas de otros sectores de la escuela, todos muy cerca del pueblo 
Vistas hacía el siguiente destino en la ruta
Llegando a la última reu
Las pasé canutas!
Mientras comíamos algo disfrutando del entorno llegaron unos alemanes muy majetes, con los que juntamos cuerdas y pudimos hacer el rápel de un tirón hasta el suelo, por la parte de atrás (aunque pasó gente rapelando por la propia vía, pero tuvimos que ayudarles a tirar la cuerda porque se quedaba enganchada en todas partes, tenía muchos arbustos además).

Famosa y pequeña cascada al final de la escuela. Los sectores fáciles están al lado, y petados de chavales, aunque también te encuentras niños en muchos 8a´s... Si tienes que ir al baño aprovecha abajo porque luego no tendrás donde esconderte, hay gente por todas partes!


Un sitio muy bonito y muy cómodo para pasar unos cuantos días. Conocimos una pareja brasileña que, casualidades de la vida, más tarde se encontraría Alber otra vez en Rodellar.

Creo que también había un camping al otro lado del pueblo, lo vimos antes de instalarnos al lado del cementerio, pero vimos que no lo íbamos a necesitar. No fuimos los únicos en colgar la ducha solar de una farola y darnos un fregoteo, eso sí, tenía que ser con sol.

Próxima entrada: Céüse y el diluvio universal 
(era verano, pero hubo muchos incidentes acuáticos, la verdad)

1 comentario:

  1. Sitio mágico y mejor sitio el del aparcamiento de la furgo, los vecinos no hacían nada de ruido (estaban muertos ;D) jeje. El pueblo está situado en medio de las montañas y para llegar te encuentras unas carreteras chulísimas!

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