Viaje verano IV: Ardeche

Después de recorrer la zona del Tarn nos dirigimos al Ardeche. Adeline nos comentó más tarde que era como el Benidorm  español, y claramente fue así: calles llenas de gente, turismo familiar, campings a tutiplen, heladerías y creperías por todas partes...

El famoso Pont d´Arc, en el que nos pegamos un chapuzón el día de descanso. Se puede nadar por toda la zona.

Vistas de los meandros desde un mirador

El Cirque de Chauzon, enorme, con cantidad de vías. Se puede ir a lo largo de todo el circo buscando la sombra según la hora del día.

Pie de vía bastante cómodo a lo largo de toda la escuela.

¿Me puede decir algún biólogo qué es esto? ¿Algún otro bicho le ha chupado a este todas las entrañas o se ha quedado chamuscado y hueco al sol? ¿O hay realmente algún bicho así? En un par de días no se movió del sitio, no sé...Varios días estuve pensando en esto y todavía no he descifrado el enigma...

Fósiles por todas partes

Por debajo pasa el río, rodeado de árboles.

Apuntando las vías, que no se escape ninguna!

Después de una pequeña llovizna unos caracoles se retuercen en una telaraña.

Increíble chorrera que Alber se apuntó.

Coincidimos allí con unos madrileños que venían de los alpes, saludos a Pirri y cía! Dormimos en el pequeño aparcamiento que hay justo antes de llegar a la escuela, está recogido, no muy a la vista y tranquilo. Hay un montón de campings en las cercanías, algunos tienen valla en la puerta, otros no. Vimos una puerta abierta y resulta que nos fuimos a colar en el más caro de la zona a llenar agua, y claro, aprovechamos para llenar todo, garrafa de 15 l., botellas pequeñas, ducha solar... todo lo que teníamos, ya que por allí no encontramos fuentes (y a la furgo también hay que darla de beber).

Después fuimos a otra zona del Ardeche, llamada Chaulet. Había dos campings a pie de río, y justo en la otra orilla el pie de vía. La gente estaba por allí bañándose, el calor apretaba. En ninguno de los dos campings hablaban español, y claro, tampoco inglés. Uno estaba lleno, y en el otro la señora decía algo de que tenía un hueco "petit", perfecto! Oui, oui!!! No nos cobró media parcela, claro, pero con los precios que hay allí es una gozada. Madrugamos para poner lavadora y esas cosas, pero aún así se nos hizo tarde y el sol estaba ya alto.

Así que nos fuimos a la parte de más a la izquierda, donde los árboles dan sombra a la mayoría de las vías y se está mucho mejor. Yo me metí en una vía fácil de dos largos, pensando que no me costaría tanto... el primer largo estaba bastante sobadillo, y como no lo pensé  antes, pues no tenía expreses suficientes para el segundo,  así que me salté la penúltima chapa, encima se me rompió un agarre y la última parte estaba llena de musgo (no musguito, musgamen de varios años). Con el aleje de muerte conseguí llegar a la reu y me encaramé bien al árbol de al lado mientras me aseguraba ya casi con los dientes... que yuyu! buffff! Una vía buenísima de más a la derecha es Anastasia, tacto increíble, nueva nueva, con una secuencia increíble que te exprime, totalmente recomendable, viote viote! Desde luego está claro que es mejor meterse en un sexto que en un cuarto o quinto lavado...

Apurando el último pegue antes de que se vaya el sol.

Próximo capítulo: Orpierre y la furgoneta inundada